El día de ayer inauguramos Caritas Felices, espacio diseñado para proporcionar bienestar a los niños, jóvenes hospitalizados y a sus familias, a través del juego y el acompañamiento lúdico-pedagógico, con el objetivo de impactar de manera positiva la salud física y emocional de estos pacientes.

Es importante resaltar que este espacio está destinado para el desarrollo de dos programas base, que son: “Caritas Felices”, cuyo objetivo es promover el juego, la lectura, las manualidades y la interacción entre los niños; y “Aula Hospitalaria”, que se ocupa en brindar oportunidades de aprendizaje, destrezas y habilidades que requieren los menores para reintegrarse exitosamente a su actividad escolar, una vez terminen su tratamiento.

Este espacio de 357 metros cuadrados permite la inclusión de diferentes tipos de pacientes y de diferentes rangos de edad, cuenta con mesas y materiales específicos para diferentes edades, una zona para gateadores, área de lectura, recursos tecnológicos y ayudas audiovisuales.

Igualmente, por su diseño y estrictos protocolos de desinfección, el espacio garantiza un ambiente seguro y de fácil acceso para los niños hospitalizados, quienes usualmente deben trasladarse en sillas de ruedas, con bombas de oxígeno o con bombas de infusión.

Además, cuenta con dos zonas al aire libre que los niños y jóvenes, con los criterios médicos adecuados, podrán utilizar para actividades exteriores seguras y apropiadas para su condición de salud.

Con respecto al recurso humano, cuenta con equipo de psicólogos de tiempo completo, de lunes a viernes, que se encargan de acompañar a los pacientes, de preparar, facilitar y acompañar las actividades que se realizan con los niños y sus familias. Se espera atender diariamente un promedio de 45 niños, con sus cuidadores.

Este espacio representa, por una parte, el desarrollo y expansión del programa Caritas Felices que la señora Carmenza Devis, con su generosidad y trabajo voluntario, y con el apoyo de otras personas cercanas a la Fundación Valle del Lili, ayudaron a estructurar desde el año 1995. Carmenza impulsó este espacio con la claridad de que los niños siguen siendo niños a pesar de estar hospitalizados, y que si bien deben superar los retos que suponen la enfermedad y el tratamiento, siguen teniendo otras necesidades fundamentales para su desarrollo, tales como el acceso al juego, al esparcimiento, a la lectura, y a la interacción con pares.

Por otra parte, se requería de un espacio más grande e idóneo para que más niños y jóvenes pudieran beneficiarse de estos programas, y en donde se pudieran implementar metodologías nuevas orientadas a mejorar significativamente la experiencia del paciente pediátrico dentro de la Fundación Valle del Lili. 

Es el caso de la metodología Child Life que, con materiales especiales y programas educativos, prepara a los niños para los exámenes, procedimientos, tratamientos y cirugías a los que se verán enfrentados a lo largo de su tratamiento.

Para la realización de este proyecto, se recibió el apoyo de la empresa Tecnoquímicas, que con   sensibilidad social y profunda comprensión de las necesidades de los niños y jóvenes hospitalizados, aportaron recursos para la Fundación Valle del Lili pudiera contar con este nuevo espacio que beneficiará a miles de familias.