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El Ataque Cerebrovascular (ACV) es una emergencia que pone en peligro la salud de las personas e incluso puede poner en riesgo la vida, si no se atiende de forma oportuna. Existen dos tipos de ACV:
ACV Isquémico:
Conocido coloquialmente como infarto o trombosis cerebral. Se produce por falta de irrigación sanguínea a una zona del cerebro, debido a la obstrucción de una arteria por una placa de colesterol con trombo dentro de ella o por un trombo o émbolo que se forma en un sitio distante como el corazón que luego viaja hasta la arteria y la obstruye.
ACV Hemorrágico:
Comúnmente llamado derrame cerebral, ocurre al lesionarse una arteria del cerebro por daños estructurales como aneurismas o por enfermedades como hipertensión arterial mal controlada, produciendo salida de sangre dentro del tejido cerebral o alrededor del mismo.
Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) calcula que por cada minuto que las neuronas no reciben irrigación sanguínea, se mueren alrededor de 2 millones de estas células, es decir que en 1 hora se pierden de manera irreversible 120 millones de neuronas (Saver, JL. 2006). Esta pérdida puede ocasionar limitaciones para actividades como hablar, escribir, mover medio lado del cuerpo, necesidad de bastón para caminar o asistencia permanente en la vida diaria. En Colombia cerca de 45.000 personas sufren de un ACV cada año, siendo la segunda causa de mortalidad y la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.
El tiempo es el factor primordial cuando un paciente sufre un ACV, inicia una carrera contra reloj, entre más rápido sucedan todos los procesos de atención, existirán más probabilidades de una recuperación, disminuyendo o eliminando por completo las secuelas.
Desde el año 2013 se implementó la estrategia denominada “CÓDIGO ACV”, en la Fundación Valle del Lili, a través del trabajo multidisciplinario entre los especialistas en medicina de emergencias, neurología, neurorradiología, terapia endovascular, anestesia, neurocirugía y Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para ofrecer un tratamiento integral a los pacientes con ACV isquémico agudo.
El desarrollo de un protocolo de atención para ACV, permite mejorar el trabajo en equipo, establecer pautas en atención, brindar especialmente una mejoría en los tiempos de las diversas intervenciones y aumentar el número de pacientes con ACV isquémico agudo que pueden recibir tratamiento de reperfusión, es decir restaurar el flujo sanguíneo a la región del cerebro afectada, con trombolisis o extrayendo el coagulo mediante cateterismo (trombectomía), para disminuir las secuelas que puedan quedar del evento y buscar reintegrar al paciente a su rol familiar y social en las mejores condiciones posibles.
En el año 2018 se rediseñó el CÓDIGO ACV de la Fundación Valle de Lili. Este fue conformando por un equipo multidisciplinario como: Médicos de diferentes especialidades, personal de enfermería certificado en cuidados de ACV, el servicio paramédico y la oficina de referencia; para atender de forma más rápida y eficaz a los pacientes con ACV isquémico agudo. Este equipo multidisciplinario brinda atención las 24 horas del día en los 365 días del año.
Ese mismo año se atendieron alrededor de 200 pacientes: 1 de cada 5 recibió trombolisis y 1 de cada 20 trombectomía. El tiempo de realización de imágenes se realizó 20 minutos y la aplicación del medicamento en 50 minutos. Tiempo inferior a los parámetros recomendados en guías internacionales como la de la American Stroke Association.
Trombolisis: es la aplicación de un medicamento vía intravenosa para disolver un coágulo o trombo.
Trombectomía: es la extracción de un trombo o coágulo a través de un catéter que se introduce por la ingle hasta llegar al cerebro.
El tiempo es cerebro
Con 15 minutos que se eviten de retraso en la atención del paciente, se puede lograr una reducción del 4% de la mortalidad, 4% de disminución en las hemorragias intracraneales sintomáticas y 4% de mejora de la independencia del paciente para hacer sus actividades de la vida diaria, después de su salida del hospital (Saver, JL. 2013).
Cuando se presentan síntomas agudos como:
Se debe acudir de forma inmediata al servicio de Urgencias debido a que en las primeras 6 horas hay mayor posibilidad de beneficiarse con los tratamientos de última generación cuando se presenta un ACV, los cuales se pueden llevar a cabo en una Institución con la infraestructura y logística adecuada como la Fundación Valle del Lili.