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Autor:
Dr. Carlos Alfonso Chavarro Domínguez - Medicina familiar y Cuidado Paliativo
Según la Organización Panamerica de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Región de las Américas el cáncer es la segunda causa de muerte. Se estima que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en 2020 y 1,4 millones murieron por esta enfermedad. Aproximadamente el 57% de los nuevos casos de cáncer y el 47% de las muertes ocurren en personas de 69 años.
En Colombia, para el año 2022 el cáncer tuvo una incidencia estimada de 182 casos por 100.000 habitantes y una mortalidad cercana a 84 casos por 100.000 habitantes (minsalud.gov.co). Estrategias como el plan decenal de salud pública y de control del cáncer han logrado que en nuestro país se cuente cada vez más con mejores estrategias para el diagnóstico precoz, el tratamiento y la curación del cáncer.
No obstante, el cáncer todavía causa una muy apreciable mortalidad y muchas personas, independiente de si se pueden curar o no, parecen tener más temor a los síntomas derivados de la enfermedad y a su tratamiento que al pronóstico de ella. El cansancio es el síntoma más frecuente en los enfermos de cáncer, pero el dolor es claramente el más temido.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, conocida por sus siglas en inglés IASP, define el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a o similar a la asociada con daño tisular (daño de los tejidos) real o potencial.El pilar para tratar el dolor por cáncer es tratar la enfermedad. Grandes avances en el tratamiento del cáncer como cirugías selectivas y menos agresivas, familias de fármacos específicos como la inmunoterapia y técnicas avanzadas de radioterapia han mejorado los resultados clínicos (curación y aumento de la sobrevida) y también han disminuido los efectos adversos. A veces el dolor por cáncer no se puede controlar tratando a la enfermedad; para estos casos hospitales como la Fundación Valle del Lili disponen de equipos de profesionales que ayudan a controlar el dolor como son los servicios de Clínica del Dolor y el servicio de Cuidados Paliativos
El servicio de Clínica del Dolor ofrece estrategias para controlar el dolor agudo y crónico derivados del cáncer en distintas etapas de la enfermedad. Este servicio,formado por anestesiólogos, se especializa en la utilización de alternativas terapéuticas, entre las que se encuentran el manejo intervencionista, que es la utilización de procedimientos percutáneos, inyecciones y bloqueos nerviosos, que son utilizados para resolverlos cuadros dolorosos de una forma muy contundente y efectiva.
En casos muy avanzados del cáncer y en los cuales no se precisa de un manejo intervencionista, se dispone de un servicio de Cuidados Paliativos. Los Cuidados Paliativos son la asistencia activa, holística, de personas de todas las edades con sufrimiento grave debido a una enfermedad severa, y especialmente de quienes se encuentran cerca del final de la vida. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes, sus familias y sus cuidadores (Asociación internacional de hospicios y cuidados paliativos, IAHPC-2018). Este servicio está conformado por profesionales con formación avanzada en cuidados de este tipo de distintas áreas de la salud, tales como medicina, psicología, enfermería y trabajo social; además se trabaja de la mano de un servicio de voluntariado, un asesor espiritual y un equipo administrativo.
En la Fundación Valle del Lili reconocemos que ser diagnosticado de cáncer es una de las circunstancias más difíciles que una persona y su familia pueden enfrentar. Por eso trabajamos para ayudarles a superar la enfermedad y mitigar el dolor. Cuando una persona se siente sola y temerosa por el diagnóstico de cáncer y nos dice “Doctor, no quiero tener dolor”, puede tener la certeza de que nosotros tampoco deseamos que sufra y tenemos todos los recursos para con ciencia y humanismo, caminar a su lado con compasión.
