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En el caso de enfermedades no malignas, como los síndromes de falla medular y los errores inna-tos de la inmunidad (también llamados inmunodeficiencias primarias) también representan una opción de tratamiento.
El trasplante de médula ósea ha demostrado su eficacia también en muchas otras enfermedades y a menudo representa la única esperanza para los pacientes afectados.
Este procedimiento implica reemplazar la médula ósea enferma por una sana con el fin de restaurar la función del sistema hematopoyético. Existen dos tipos de trasplante de médula ósea: el autólogo, en el cual el propio paciente es el donante, y el alogénico, cuando el donante es otra persona. En el trasplante alogénico, el donante puede ser un familiar del paciente, al que se denomina “donante relacionado”, o una persona que no es familiar, a quien se denomina “donante no relacionado”.
La compatibilidad entre donante y receptor es crucial para el éxito del trasplante. Idealmente se busca una compatibilidad completa, que se mide mediante marcadores (antígenos) conocidos como antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés).
Lo ideal es encontrar un donante con HLA idéntico al receptor, lo cual se asocia con una disminución de riesgos. Sin embargo, una compatibilidad total se encuentra solo en 2 de cada 10 posibles donantes, por lo que la mayoría de los pacientes necesitan otras alter -nativas, como los donantes no relacionados, sangre de cordón umbilical y los donantes familiares haploidénticos, un término que se usa para describir un donante cuya medula ósea tiene compatibilidad parcial de sus antígenos leucocitarios humanos, por lo general de un 50 %, con los de la persona que recibirá el trasplante de células madre hematopoyéticas .
El trasplante haploidéntico tiene las siguientes ventajas:
Lo anterior ha convertido a este tipo de trasplante en una opción efectiva y accesible para muchos pacientes, ampliando las posibilidades de encontrar un donante apropiado y brindando esperanza a quienes antes carecían de opciones de tratamiento. Para el éxito de este tipo de procedimiento se sabe que la experticia en la realización del procedimiento es crucial para tener mejores resultados. En el caso específico de Latinoamérica y Colombia la Fundación Valle del Lili ha sido pionera en la implementación del trasplante haploidéntico.
Desde el inicio del programa en el año 2012 se ha demostrado un liderazgo destacado en este campo, brindando atención de alta calidad y obteniendo resultados comparables a los obtenidos con trasplantes de donantes idénticos y superiores a los de trasplantes de sangre de cordón umbilical.
Pese a los avances significativos, el trasplante de médula ósea sigue presentando desafíos. La enfermedad de injerto contra huésped, por ejemplo, en la cual las células del donante atacan los tejidos del receptor, es una complicación seria, si bien su incidencia ha disminuido en el tiempo con los ajustes en la terapia.
En la Fundación Valle del Lili, el trasplante de médula ósea haploidéntico ha marcado un hito en el tratamiento de enfermedades hematológicas graves en niños y ha abierto la posibilidad para que todos los pacientes que necesiten este tipo de trasplante encuentren un donante potencial, incluso si no se trata de una compatibilidad completa. La institución está firmemente comprometida en seguir avanzando y utilizando la innovación médica y tecnológica para mejorar aún más, de manera que más pacientes puedan acceder a tratamientos efectivos y personalizados.