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Lo primero que debe hacerse es dar el diagnóstico especificando el tipo de tumor. Esto es realizado por el patólogo, ya sea en la biopsia o en la citología. Posterior a esto toma gran importancia la patología molecular, la cual permite establecer el estatus genético de algunas malignidades e identificar moléculas que ayudan a predecir el comportamiento del tumor o si el paciente se beneficia o no de una terapia específica, permitiendo así curar o volver menos agresiva la enfermedad.
La tecnología y metodología utilizada en la patología molecular incluye la inmunohistoquímica, hibridación in situ fluorescente (FISH), citometría del flujo, reacción de polimerasa en cadena (PCR); la secuenciación genética clásica (secuenciación de Sanger) y la de siguiente generación (NGS), así como estudios citogenéticos con los que contamos en nuestra Institución. Al finalizar la prueba, un patólogo analiza los resultados y ofrece una interpretación médica de los hallazgos. Con esta información se realiza medicina personalizada y de precisión. Esto significa que cada tumor de cada paciente es como su huella digital. Actualmente esto se realiza de manera rutinaria en nuestro laboratorio para varios tumores, dentro de los cuales se encuentran: cáncer de mama, melanoma, cáncer de pulmón, cáncer de colon, cáncer de endometrio, cáncer de ovario, sarcomas, tumores del sistema nervioso central, linfomas y leucemias.
Con la información obtenida de la interpretación de estas pruebas, el oncólogo podrá conocer la biología del tumor, tomar decisiones acerca del tratamiento del paciente y podrá predecir el comportamiento del tumor. Es así como el paciente se ve beneficiado por la medicina personalizada y de precisión, con lo que se espera que mejore su calidad de vida y muchos de ellos logren, en un futuro, curarse.
¿Cómo se realiza el estudio del tumor?
Procedimiento La importancia de la patología molecular durante el tratamiento El patólogo estudia muestras de tejidos tumorales, mejor conocidos como biopsias. También analizan un órgano, lo cual se denomina pieza quirúrgica o si se trata de analizar células, se llama citología. Por medio de estos análisis se dictamina si una enfermedad es benigna o maligna, si el tratamiento es conveniente, si el retiro parcial o total del tejido tumoral es seguro y también se guía el tratamiento para el paciente, con pruebas moleculares adicionales. Para dar un diagnóstico se utiliza el microscopio óptico, una herramienta fundamental para el trabajo del patólogo. En el caso del análisis de células, el examen es directo; cuando se trata de biopsias el procedimiento es más laborioso, ya que se secciona el tejido en capas delgadas para que se puedan examinar en el microscopio. Se deben realizar observaciones sistemáticas y rigurosas para dar un diagnóstico con la muestra de cada paciente.
Existen tiempos determinados para la obtención de resultados, por ejemplo, si la muestra es un tumor sólido, el diagnóstico inicial tardaría de 3 a 5 días. Si se tienen que realizar pruebas moleculares complejas, como NGS, se puede tardar de 10 a 20 días en nuestro laboratorio. El principal papel del patólogo es dar un diagnóstico certero al paciente, por medio del análisis de sus muestras. En ese sentido, se realiza un informe en el que se describe cuál es la expresión correcta de la muestra, su biología, alteraciones moleculares, pronóstico y se realiza biomarcación y estudios genéticos para definir el tratamiento que más le conviene al paciente: quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o un medicamento dirigido al tumor.
Con esta información, el oncólogo elegirá la mejor terapia, lo que significa cambios en la sobrevida del paciente, tiempo libre de enfermedad, mejora en su calidad de vida y especialmente se debe considerar el impacto que esto tendrá en la familia, pues ella sufre igual que el paciente en todas las dimensiones: física, espiritual, sicológica, social e intelectual. Temen perder a la persona que aman y experimentan angustia, depresión y soledad.
Muchas personas no conocen la labor del patólogo, probablemente porque no están de cara al paciente, pero en la Fundación Valle del Lili nuestros usuarios pueden contactar al servicio de patología para exponer sus dudas o preguntas sobre su enfermedad; estas serán resueltas por un grupo especializado en tumores sólidos y hematolinfoides. Es importante dar a conocer el trabajo de los patólogos; se trata de médicos especialistas diagnósticos, entrenados en centros nacionales e internacionales, que integran la información clínica, la morfología y el perfil molecular para dar un diagnóstico correcto. Así, el médico tratante y el oncólogo podrán elegir el tratamiento adecuado para cada paciente tratado en nuestro hospital.
La Patología como especialización médica de enfoque diagnóstico, potencializa su trabajo mediante un camino interdisciplinario, complementándose con especializaciones médicas; algunas de carácter netamente clínico como la endocrinología, la nefrología, la cardiología, la neumología, la neurología clínica o la medicina interna, y por otro lado con las especialidades médico-quirúrgicas,
como son neurocirugía, Urología, cirugía general, ginecología, cirugía de cabeza y cuello, medicina de trasplantes, ortopedia y traumatología, cirugía de mama, gastroenterología, oftalmología, dermatología, hemato oncológica e incluso disciplinas intervencionistas como sucede con algunos programas de radiología.
En resumen, la patología es una disciplina médica que brinda apoyo diagnóstico a todo nivel a diferentes especialidades médicas tanto clínicas como quirúrgicas. En ese sentido, basa su trabajo en el manejo interdisciplinario con distintas áreas académicas y asistenciales de la Institución. Nuestro principal compromiso es enseñarle al paciente sobre su enfermedad.
