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Enfrentarse al diagnóstico de cáncer es un proceso intrincado y desafiante en la vida de cualquier paciente. La noticia de la enfermedad, la perspectiva de la quimioterapia y los trámites administrativos pueden ser abrumadores.
En la Fundación Valle del Lili, un grupo de profesionales comprometidos ha establecido la Unidad Funcional de Cáncer para hacer que el proceso sea más llevadero.
El objetivo principal de esta unidad es brindar atención integral a los pacientes y sus familias, guiada por la búsqueda constante de excelencia en los resultados clínicos, la creación de experiencias positivas para pacientes y familiares, la optimización de costos y la satisfacción de todos los involucrados.
Esta Unidad se dedica a cuidar tanto a los pacientes pediátricos a través de la Unidad de Atención de Cáncer Infantil (UACAI), como a los adultos a través de la Unidad Funcional de Cáncer Adulto (UFCA).
El Líder Académico del servicio de Hemato-oncología Adultos, el doctor Juan Guillermo Restrepo: “La UFCA proporciona una amplia gama de servicios, que incluyen Oncología Clínica, Hemato-oncología para niños y adultos, radioterapia, cirugía especializada en mama y tejidos blandos, manejo del dolor y cuidados paliativos, asesoría genética para personas con alto riesgo de cáncer, atención farmacéutica y servicios de especialidades de apoyo como psico-oncología y trabajo social”.
“Contamos con un equipo de médicos y personal interdisciplinario altamente capacitado en el tratamiento de enfermedades complejas, y siempre enfocándose en la búsqueda de resultados clínicos exitosos, incluyendo períodos de supervivencia más largos y tratamientos más efectivos en la lucha contra el cáncer”, agrega el doctor Restrepo.
Uno de los valores institucionales de la Fundación Valle del Lili es su atención humanizada y esto se refleja en el proceso de los pacientes, con la medición de Calidad de Vida, donde se realiza la identificación integral de los riesgos presentes durante la enfermedad oncológica, como riesgos psicológicos, de funcionalidad del rol, cognitivos, físicos y sociales, los cuales se gestionan mediante el programa de soporte oncológico, conformado por profesionales en Nutrición, Trabajo Social, Fisioterapia y Psicología oncológica, que brindan una atención holística y humanizada a sus pacientes.
El cáncer de mama sigue siendo la enfermedad más común y la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en Colombia. La buena noticia es que este tipo de cáncer es altamente tratable cuando se detecta a tiempo.
“En la Fundación Valle del Lili, la salud de la mujer es una de las principales prioridades, y hemos estado comprometidos con esta causa durante los últimos 17 años”, afirma la doctora Marcela Vallejo Fajardo, Oncóloga Clínica de la Fundación Valle del Lili y especialista en Hemato-oncología de la Universidad ICESI.
Algo que destaca la doctora Vallejo es “que nuestro enfoque se centra en ofrecer programas de atención integral que brindan intervenciones oportunas, precisas y coordinadas. El objetivo es reducir la mortalidad y el impacto del cáncer de mama en las mujeres del Valle del Cauca”.
Desde el año 2016, se dio un paso más en esta lucha al establecer el Centro de Excelencia en Cáncer de Mama, diseñado específicamente para satisfacer las necesidades de la salud de la mujer colombiana.
Este centro se basa en un modelo de atención integral, humano y seguro, respaldado por la credibilidad y experiencia de la Fundación Valle del Lili.
“Nuestro equipo en el Centro de Excelencia en Cáncer de Mama está formado por un grupo de profesionales calificados, que incluyen cirujanos oncológicos, oncólogos clínicos, radioterapeutas, psico-oncólogos, radiólogos especializados en patología mamaria, patólogos especializados en enfermedades mamarias, genetistas clínicos, expertos en biología molecular y cirujanos reconstructivos”, detalla la doctora Vallejo.
Este enfoque multidisciplinario garantiza que las pacientes reciban la mejor atención posible, desde el diagnóstico hasta el tratamiento y la atención continua. Esto significa estar a la vanguardia de las mejores prácticas en el tratamiento del cáncer de mama.
Emilia Pedroza Gallego es una niña de siete años, a quien le encanta el patinaje y jugar con sus amigos, pero hace 11 meses fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda, desde ahí la vida de su familia cambió, aunque su esperanza permanece como un roble.
Su mamá, Leidy Jhoana Gallego, comenta: “nos cambió la vida por completo desde el día que nos dieron el diagnóstico de ella, pues ya no es lo mismo. Debe tener una serie de cuidados de alimentación y otras precauciones. Además, no puede ir al colegio porque tiene pocas defensas. Eso quiere decir que ya no podemos ir a reuniones familiares, al cine, ella entrenaba patinaje y ya no pudo volver”.
La Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) es un tipo de cáncer que se caracteriza por la proliferación y acumulación anormal de células linfoides en la médula ósea y en la sangre periférica. Este tipo de leucemia es la más común en niños, especialmente en aquellos que tienen entre 2 y 5 años de edad.
La LLA representa aproximadamente el 25% de todos los cánceres en niños y constituye alrededor del 75% de los casos de leucemia en la infancia. En términos de incidencia, se registran alrededor de 3 y 4 casos por cada cien mil niños en Colombia y Estados Unidos, con cifras similares en los últimos años.
“En estos momentos, mi hija Emilia está recibiendo tratamiento en la Fundación Valle del Lili y estamos a punto de completar 11 meses de este proceso. Hasta ahora, gracias a Dios, Emilia ha asimilado su tratamiento de la mejor manera posible. Nuestra rutina implica viajar desde nuestro hogar hasta Cali todos los martes, para que Emilia pueda recibir sus sesiones de quimioterapia en el hospital. Además, de lunes a viernes, ella toma su quimioterapia oral en casa como parte de su tratamiento. Los martes son un poco más especiales, ya que en el hospital le administran las demás quimioterapias a través de su catéter”, comenta Leidy Jhoana Gallego, la madre de la valiente Emilia.
La doctora Viviana Lotero Díaz es Líder Académica del servicio de Hemato-oncología pediátrica de la Fundación Valle del Lili y habla del proceso que se adelanta con la niña: “Para el diagnóstico que tiene nuestra paciente Emilia, estamos trabajando en un protocolo que se llama Total XV, que es del St. Jude Children’s Research Hospital, en Estados Unidos. Este protocolo se adoptó en la Fundación Valle del Lili desde el 2013. Gracias a los encuentros que tenemos de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología, los pediatras de Cali realizamos la modificación del Protocolo para nuestro contexto. Y en este caso, ha habido buenos resultados con la paciente. Este es un tratamiento de 120 semanas y vamos por la semana 30, todavía falta mucho, pero la niña desde el principio ha tenido una actitud muy positiva y esto es muy importante de recalcar, que los pacientes que tienen una mejor actitud y disposición, además de seguir las indicaciones, da muy buenos resultados en sus tratamientos”.
Leidy Jhoana Gallego, madre de Emilia cuenta: “Además del tratamiento y las terapias, hemos tenido el respaldo de un equipo de profesionales excepcionales. Tanto mi esposo como yo hemos recibido apoyo psicológico y Emilia ha tenido acceso a fisioterapia y terapia ocupacional durante nuestras hospitalizaciones. Es un enfoque integral que nos ha hecho sentir acompañados en todo momento. La Fundación Valle del Lili ha sido un verdadero regalo en este viaje. No solo han cuidado de Emilia, sino que también han brindado un apoyo invaluable a nuestra familia”.
Y resalta de su hija que “es una niña increíblemente inteligente y carismática. A veces, cuando la veo un poco decaída, intento transmitirle tranquilidad. Ella es fuerte y está decidida a superar todo esto. Siempre dice: ‘Soy fuerte y vamos a tocar esa campana lo más pronto posible’. A pesar de su enfermedad, ella sigue siendo una niña valiente”.
El paciente, al llegar al hospital, es recibido por el equipo médico. Una vez evaluado, se le proporcionan las órdenes necesarias y es dirigido hacia la unidad funcional, donde un equipo de enfermeros y personal administrativo se encarga de gestionar todas las autorizaciones requeridas por las EPS. Esto elimina la carga para el paciente, permitiéndole concentrarse en su tratamiento y recuperación.
Durante el inicio del tratamiento, al paciente se le realiza una entrevista con el fin de evaluar la Calidad de Vida e intervenir posibles riesgos cognitivos, sociales, físicos y en la funcionalidad del rol del paciente, mediante el programa de Soporte Oncológico, con seguimiento de resultados después de un año de tratamiento en este modelo de atención.
Una vez todo el proceso administrativo está en orden, el paciente recibe una llamada, indicándole el día específico para su tratamiento. De esta manera, el proceso se reduce a una visita al centro, donde el paciente recibe su quimioterapia y regresa a su hogar, con seguimiento hasta la próxima sesión.
La Unidad Funcional de Cáncer es un ejemplo claro de cómo la centralización y la colaboración pueden aliviar la carga emocional y logística que conlleva el tratamiento contra el cáncer. La posibilidad de recibir atención médica integral en un solo lugar va más allá de agilizar el proceso, también brinda a los pacientes y sus familias la tranquilidad de tener un equipo comprometido a su lado durante todo el camino.