
Autora: Dra. Melissa Álvarez
Es comprensible que el término «nuclear» genere miedo e incertidumbre. Sin embargo, en el ámbito médico su aplicación ofrece múltiples beneficios para la salud mediante el uso de pequeñas dosis de fármacos radioactivos, tanto en el diagnóstico por imágenes como en el tratamiento de enfermedades graves como el cáncer.
Átomos para la salud: el amplio papel de la medicina nuclear
Los procedimientos de medicina nuclear pueden ser sumamente útiles para los pacientes: aportan información funcional de múltiples órganos que resulta indispensable para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, no suelen ser invasivos y no tienen efectos adversos severos.
Estos estudios de imagen (gammagrafías – PET Positron Emission Tomography) y terapias metabólicas se pueden aplicar también en población pediátrica, desde edades tempranas e incluso recién nacidos. Además, tienen la capacidad de diagnosticar diversas enfermedades benignas, malignas y patologías graves como el cáncer.
Indicaciones médicas más frecuentes en la medicina nuclear pediátrica
GAMMAGRAFÍAS | PET/CT | TERAPIAS METABÓLICAS |
---|---|---|
Reflujo gastroesofágico | Linfomas | Cáncer de tiroides |
Broncoaspiración | Sarcomas | Hipertiroidismo |
Divertículo de Meckel | Neuroblastoma | |
Atresia biliar | Histiocitosis de células de Langerhans | |
Pielonefritis y sus secuelas | Tumores germinales | |
Malformaciones renales | Hepatoblastoma | |
Reflujo vesicoureteral | Metástasis de primario desconocido | |
Hidronefrosis – uropatía obstructiva | Tumor de Wilms | |
Hipertensión arterial renovascular | Carcinoma nasofaríngeo | |
Trasplante renal | Fiebre de origen desconocido | |
Osteomielitis y artritis inflamatoria | Epilepsia refractaria al tratamiento | |
Necrosis avasculares óseas | ||
Tumores óseos primarios | ||
Metástasis óseas | ||
Displasia ósea | ||
Ventilación y perfusión pulmonar | ||
Tromboembolismo pulmonar | ||
Malformaciones cardiacas y pulmonares | ||
Hipotiroidismo congénito | ||
Tiroides ectópico | ||
Hipertiroidismo | ||
Quiste tirogloso | ||
Neuroblastoma | ||
Tumores neuroendocrinos |
A pesar de que en la mayoría de los estudios de medicina nuclear las dosis de radiación utilizadas son bajas cuando se siguen las directrices de las guías médicas internacionales, los efectos de la radiación son estocásticos, es decir, ocurren de forma aleatoria y pueden manifestarse, independientemente según la dosis recibida. Por ello, cualquier examen o terapia con sustancias radioactivas debe contar con una justificación médica y garantizar un beneficio claro para el paciente.
Aunque cada día tenemos más disponibilidad y acceso a la información médica, son muchos los padres, otros familiares y pacientes que expresan temor hacia los procedimientos de medicina nuclear, a pesar de estar justificados y ser beneficiosos para el diagnóstico del paciente pediátrico, lo que da lugar a mitos o falsas creencias.
A continuación, aclaramos algunas inquietudes:
Los estudios de medicina nuclear tienen buen rendimiento diagnóstico. Verdad.
Dado que estos procedimientos pueden detectar anomalías a nivel celular y/o molecular en los órganos, existe la posibilidad de identificar enfermedades en sus etapas tempranas, así como también las respuestas inmediatas de los pacientes a las terapias, que no son evidenciables en otros tipos de estudios por imagen.
Por medio de la medicina nuclear es posible evaluar múltiples órganos del cuerpo. Verdad.
Desde el cerebro hasta los pies, es posible valorar más de 62 estudios funcionales gammagráficos y PET que se realizan en el servicio de medicina nuclear. Esto incluye la evaluación de riñones, vejiga, huesos, hígado, vesícula biliar, tracto gastrointestinal, corazón, pulmones, cerebro, y tiroides, tanto en adultos como en población pediátrica.
Es necesario suministrar algún componente radioactivo. Verdad.
Para realizar los estudios y tratamientos en medicina nuclear, al paciente se le administra una dosis baja de material radiactivo (isótopo) conjuntamente con fármacos, formando lo que se conoce como radiofármacos. Estos se acumulan en un órgano o área del cuerpo a examinar o tratar. Dependiendo del tipo de examen, el radiofármaco se puede administrar por vía intravenosa, oral o inhalado como gas, y puede tardar desde unos segundos hasta varios días en desplazarse y acumularse en el área o el órgano a estudiar. Por lo tanto, la adquisición de imágenes puede realizarse de inmediato, horas después o incluso varios días después de que el paciente haya recibido el material radiactivo. Las dosis bajas de radiofármaco se calculan según el peso del paciente y se ajustan a las guías de las sociedades internacionales de medicina nuclear. Los efectos secundarios severos son extremadamente raros.
La sustancia radiactiva permanece largo tiempo en el organismo del paciente. Falso.
La pequeña cantidad de radiofármaco que se administra perderá la radioactividad con el tiempo. En la mayoría de los casos, la radiación ionizante se disipará tras las 12 horas posteriores al estudio y el paciente la expulsará a través de la orina o las heces fecales. Se puede disminuir el tiempo de eliminación del radiofármaco incrementando la ingesta de líquidos.
Los procedimientos de medicina nuclear son dolorosos para los niños. Falso.
Generalmente los estudios NO son invasivos, con la excepción de las inyecciones intravenosas e inserción de sondas vesicales en algunos estudios por enfermedades renales o de la vejiga, y son exámenes médicos indoloros. Es posible que los niños lloren durante la toma de las imágenes por temor a los equipos, porque se limita su movimiento para mejor calidad de las imágenes, o por el tiempo que se requiere para la toma de estas. Dado el caso existe la posibilidad de realizar los estudios de medicina nuclear bajo sedación, con el apoyo del grupo de anestesiología.
La cámara gamma y equipo PET emite radiación. Falso.
A diferencia de los equipos radiológicos, en medicina nuclear el equipo no emite radiación; esta es emitida por el paciente cuando ya se ha administrado el radiofármaco. Según el estudio, el paciente se acuesta boca arriba en la cámara gamma o equipo PET para capturar imágenes de diferentes modalidades, que serán valoradas e interpretadas por los médicos nucleares. Las gamma cámaras pueden rotar alrededor del paciente o permanecer quietas en la misma posición, sin tocarlos.
Los niños pueden estar acompañados durante el procedimiento. Verdad.
Los padres o cuidadores pueden acompañar al paciente durante todo el estudio de medicina nuclear. Esto disminuye el miedo a los equipos y a personas extrañas, ayudando a tranquilizarlos. Además, su presencia es útil para conocer los datos de historia clínica que pueden orientar a un mejor diagnóstico por imagen. Inclusive, el menor puede estar acompañado de juguetes, libros o mantas que lo tranquilicen. La única excepción es si la madre o acompañante del paciente se encuentra en estado de embarazo; aunque el riesgo para la embarazada es mínimo dado que ella no tiene incorporado el material radiactivo, se recomienda como medida de protección radiológica que no permanezca en el área de medicina nuclear pues puede estar cerca de otros pacientes inyectados. Igualmente, se le recomienda que permanezca apartada del menor hasta 12 horas después de la administración del radiofármaco.
Solo se realizan estudios y terapias a pacientes ambulatorios. Mito.
El diagnóstico por imágenes de medicina nuclear por lo general se lleva a cabo en forma ambulatoria, pero en algunas ocasiones se realiza también en pacientes hospitalizados.
La radiación recibida por los estudios de medicina nuclear es peligrosa. Mito.
Cuando las cantidades de radiación son muy pequeñas y controladas, no existen riesgos significativos.
- Los procedimientos diagnósticos en medicina nuclear se han utilizado durante más de cinco décadas y no se han reportado efectos adversos a largo plazo derivados de la exposición a estas bajas dosis.
- Es importante entender estas premisas cuando se habla de imagenología diagnóstica y radiación:
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- Justificación: El estudio estará debidamente justificado, señalándolo como la mejor de las opciones existentes por la enfermedad del paciente.
- Optimización: El estudio deberá realizarse en el mejor modo posible según la tecnología existente en el momento y el grado de conocimiento humano que se posea.
- Limitación de dosis: Principio reflejado en las siglas ALARA («As Low As Reasonably Achievable» en inglés o «tan bajo como sea razonablemente posible» en español). Aunque un estudio diagnóstico esté justificado porque el beneficio reportado es mayor que el riesgo de no realizarlo, y optimizado según la tecnología, se intentará que la dosis recibida por el paciente sea lo más baja posible.