Más de 500 especialistas de tiempo completo te garantizan una atención idónea
Ver DirectorioProporcionamos una estrategia pedagógica planificada y organizada.
Vista GeneralHas clic en vista general para ampliar la información sobre nuestra oficina
En el ámbito de los tumores de columna, distinguimos dos grupos principales, similar a otros sistemas del cuerpo: los benignos y los malignos. Dentro de estas categorías, existen dos subdivisiones de suprema importancia según su origen: los tumores primarios, que se originan específicamente en la columna, y los secundarios o metastásicos, que lamentablemente constituyen la mayor proporción de pacientes con este tipo de patologías.
Es crucial, en primer lugar, realizar un diagnóstico preciso para determinar si se trata de un tumor primario o metastásico, así como si es benigno o maligno, especialmente en el contexto de enfermedades sistémicas preexistentes, como mielomas múltiples, linfomas o leucemias. En muchos casos, se requiere un enfoque multidisciplinario que incluya oncología, hematología, radioterapia y rehabilitación, ya que no todos los pacientes necesitan intervención quirúrgica.
Las indicaciones para la cirugía en tumores de columna pueden incluir riesgos de lesiones neurológicas por compresión, deformidades o fracturas patológicas. Los pacientes pueden experimentar dolor relacionado con la infiltración tumoral o compresión de estructuras nerviosas, así como debilidad o déficits neurológicos progresivos, lo que subraya la importancia de una evaluación clínica exhaustiva.
En nuestra institución, manejamos un alto volumen de pacientes con diferentes tipos de tumores, lo que nos permite ofrecer una variedad de opciones de tratamiento, desde cirugías invasivas hasta técnicas mínimamente invasivas con resultados excelentes. La selección del abordaje quirúrgico se basa en criterios específicos y protocolos establecidos, con el objetivo de optimizar los resultados y minimizar las complicaciones.
Los tumores de columna pueden presentarse como lesiones benignas, como osteomas osteoides, o malignas, como osteosarcomas, con una distribución variable en términos de edad y factores predisponentes. Mientras que algunos tumores benignos son más comunes en la adolescencia, los malignos tienden a manifestarse en etapas más avanzadas de la vida, con una relación más estrecha con lesiones metastásicas de origen primario en otros sitios del cuerpo.
En resumen, la evaluación y el manejo de los tumores de columna requieren un enfoque integral que abarque tanto el diagnóstico preciso como la selección cuidadosa del tratamiento más adecuado para cada paciente, con la colaboración de diferentes especialidades médicas y una vigilancia constante de posibles signos y síntomas de alerta.