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Un total de 5.316 personas, entre hombres, mujeres y niños, encuentran en los trasplantes de órganos una segunda oportunidad de vida en momentos críticos, cuando ya los tratamientos convencionales no pueden controlar su enfermedad, y solo la generosidad de un donante puede devolverles la esperanza.
Muchos de estos procedimientos tienen lugar en la Unidad Funcional de Trasplantes de Órganos y Tejidos (UFTRA) de la Fundación Valle del Lili, que está cumpliendo 27 años de labores, ostentando el reconocimiento como una de las primeras instituciones a nivel nacional en la práctica de estos procedimientos de alta complejidad.
Son factores de este liderazgo, la alta disponibilidad de especialidades y subespecialidades de la Institución, su robusta infraestructura, así como el desarrollo en investigaciones clínicas.
Hoy, cuando además se conmemora el Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes, es preciso resaltar el invaluable aporte de la UFTRA, creada por el doctor Luis Armando Caicedo Rusca, distinguido como uno de los mejores cirujanos de trasplantes de América Latina.
Pionero en el mundo de los trasplantes en Colombia, hacia 1995, el doctor Caicedo Rusca, quien ya traía una amplia trayectoria en la región, inicia junto a su equipo con los trasplantes de riñón con donante vivo y con donante cadavérico. El mismo año, comenzó el trasplante hepático adulto con donante cadavérico. Hacia 1998 se dio inicio al trasplante hepático con donante vivo pediátrico.
Entretanto, los primeros trasplantes combinados de riñón y páncreas se realizaron en 2001 y los de intestino, en 2013. Hoy cuentan, además, “con los programas de trasplante multivisceral, cardiaco, pulmonar, bipulmonar, de córnea y médula ósea, como también combinado (corazón-riñón)”, explica el médico cirujano Mauricio Millán Lozano, Jefe de la UFTRA.
Este año, la Institución sumó dos nuevos hitos a su trayectoria científica, al realizar por primera vez en Colombia un trasplante bipulmonar pediátrico (los dos pulmones) y uno multivisceral pediátrico; es decir, que una menor de edad recibió en un solo procedimiento intestino, hígado y páncreas.
En Colombia, la Fundación Valle del Lili es la Institución que más realiza trasplantes, y la que más genera donantes. Lo cual, como afirma la doctora Tatiana Gil Salazar, Coordinadora Operativa de Donación y Trasplantes, “es gracias a los donantes y sus familias que han aceptado de manera altruista dar vida, como también al programa Hospital Donante, cuyo objetivo es promover una consciencia social frente a donación, educando a la comunidad intra y extra hospitalaria de la Fundación Valle del Lili y de otras instituciones de salud para generar una cultura más fuerte de donación”.
El Hospital Donante se implementó en el año 2014, capacitando desde auxiliares de enfermería hasta los médicos de alta especialidad en promover la donación de órganos y tejidos, sensibilizando a los pacientes y familiares en su ejercicio diario.
Para que un órgano o tejido pueda ser trasplantado, se requiere un ejército de profesionales de diversas especialidades médicas y asistenciales de la UFTRA. También puede ser preciso habilitar 5 quirófanos al tiempo, en una carrera contrarreloj para cumplir con los tiempos de isquemia de cada órgano (las horas que puede permanecer fuera del cuerpo).
En la lista figuran 4 cirujanos de trasplante de órganos abdominales, 4 nefrólogos del programa de trasplante de riñón, 3 hepatólogos para trasplantes hepáticos adulto y 1 hepatólogo pediátrico; 2 cirujanos para trasplante cardiaco y 3 enfermeras líderes de programas de trasplante.
Asimismo, hay 3 médicos coordinadores en donación y trasplantes: los doctores John Bernardo Ortiz, Tatiana Gil y David Restrepo.
Hay muchos otros participantes de la UFTRA, “como la Dirección General de la Fundación Valle del Lili, el Programa Psicosocial, la Coordinación administrativa, cuyo aporte es vital, facilitándonos la logística para el éxito de todos los procedimientos que realizamos”, agrega el doctor Millán, especialista en cirugía de trasplantes de órganos abdominales.
Para él, así como para todo el equipo de la UFTRA y para la Fundación Valle del Lili, “la mayor felicidad es ver cómo un paciente aquejado por una enfermedad incurable mejora su vida de la noche a la mañana gracias a la implantación de un nuevo órgano”.
Pero la tarea no se detiene allí, pues luego un equipo de profesionales se encargan de acompañar al paciente durante el resto de su vida, dentro de un modelo de atención con alta calidad y ante todo, humanizado.
Y si bien el número de pacientes trasplantados a la fecha es muy grande, podría ser mayor, siempre y cuando la comunidad se solidarice con la donación de órganos, pues todavía la demanda es alta y la oferta muy escasa.
Las cifras así lo confirman: Colombia solo alcanza 8 donantes por millón de habitantes, mientras que España lidera el ranking, con 48 donantes por cada millón de habitantes.
Esta es la razón por la que la UFTRA está proyectando implementar el programa de trasplante en asistolia controlada, en la que los órganos no proceden de una persona con muerte cerebral, sino de alguien con una enfermedad neurológica terminal, por ejemplo, y cuya familia no desea seguir prolongando el sufrimiento de su ser querido.
“Seríamos los pioneros en Colombia en contar con este programa que hoy se realiza en Europa y Estados Unidos, para lo cual nos hemos formado y entrenado a nivel internacional”, asegura el doctor Millán.
Entre las fortalezas de la Unidad de Trasplante de Médula Ósea se destaca su equipo de profesionales de la más alta calidad y conocimiento científico.
Otro acontecimiento para celebrar en la Fundación Valle del Lili son los 25 años de la Unidad de Trasplante de Médula Ósea (o de Progenitores Hematopoyéticos).
Cabe recordar que la médula ósea no solo es ese tejido esponjoso que está dentro de los huesos, pues se trata de un tejido especializado que da origen a toda nuestra sangre, donde se originan las células de nuestro sistema inmunológico, la producción de plaquetas y de hemoglobina, sin la cual la vida sería imposible. Por lo cual, el trasplante de médula es una estrategia terapéutica para salvar vidas.
En este cuarto de siglo la Unidad ha venido evolucionando año tras año. Se ha aumentado el recurso humano de especialistas médicos y enfermeras, pasando de tener 3 hematólogos especializados en trasplante, a un equipo de 7 especialistas en trasplante y terapia celular adulto y pediátrico.
Es de anotar que el trasplante de médula ósea requiere un abordaje multidisciplinario que incluye a los hematólogos, infectólogos, nutricionistas, fisiatras, psicólogos, trabajadores sociales y toda una red de especialistas entrenados en el abordaje del paciente de trasplante en todas las fases de su proceso. Además del soporte administrativo que garantiza la integralidad en la atención.
Además, hemos incrementado un alto número de camas para llegar a más pacientes que necesitan esta intervención terapéutica, bien sea para salvar su vida o para mejorar la calidad de la misma. También se ha incrementado el número de indicaciones de trasplante, ampliando esta terapia celular, no solo para enfermedades hematológicas benignas y malignas, sino también para patologías autoinmunes y metabólicas.
Pero lo más importante es la experiencia adquirida en estos 25 años. Pues gracias a todos los pacientes que han confiado en nosotros como centro de excelencia, hemos consolidado nuestros resultados clínicos de supervivencia similares a las grandes instituciones de trasplante del mundo, lo cual nos da tranquilidad al ofrecer esta terapia a quienes acuden a nuestro centro para ser tratados.
La comunidad vallecaucana y del suroccidente colombiano se beneficia al acceder a tecnología de punta, con un enfoque multidisciplinario que permite que los resultados clínicos en trasplante de médula ósea de la Fundación Valle del Lili mejoren la expectativa de vida y la supervivencia de pacientes que sin esta oportunidad terapéutica verían comprometido su pronóstico.
Cada vez más pacientes y sus familias se sensibilizan sobre la importancia de ser donantes, como una estrategia para salvar vidas. Porque a diferencia de órganos sólidos, para ser donante de médula ósea se requiere ser al menos 50% compatible con el receptor, por lo que inicialmente la búsqueda se hace entre familiares en primer grado de consanguinidad (padres y hermanos) que donen las células madre hematopoyéticas que van a reconstruir la médula ósea del paciente.
A futuro, la idea es contar con un banco de donantes que nos permita acceder a donantes no relacionados compatibles, sobre todo, en pacientes que no tienen familiares donantes.
Si bien en Colombia falta cultura de donación, siempre es posible que sea más fácil conseguir donantes de médula ósea, pues entre los miembros de la familia en primer y segundo grado de consanguinidad existe una posibilidad superior al 80% de tener un donante, al menos parcialmente compatible con el paciente.