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La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica es una afección compleja y poco frecuente, cuya causa aún no se ha dilucidado, pero es posible que se relacione con tromboembolismos pulmonares agudos que no se resuelven adecuadamente pese a la medicación anticoagulante, provocando obstrucciones persistentes en las ramas pulmonares. Los síntomas con frecuencia involucran la presencia de una dificultad para respirar (disnea) que tiende a ser progresiva y termina afectando la capacidad para trabajar y llevar a cabo una vida normal.
Aunque la cirugía de endarterectomía pulmonar es una intervención potencialmente curativa y de baja morbimortalidad, hasta el 37% de los pacientes no son candidatos para la cirugía al no presentar lesiones de localización central en las arterias pulmonares y hasta el 50% de los pacientes operados pueden tener hipertensión pulmonar residual o recurrente. La angioplastia pulmonar con balón ha demostrado ser una alternativa para aquellos casos en los que no es posible operar, con una tasa baja de complicaciones cuando se realiza de manera adecuada y en centros con experiencia, e incluso tiene un pronóstico similar a largo plazo en comparación con la técnica quirúrgica.
Luego, se insertan balones de angioplastia, dispositivos de tamaño pequeño que se inflan, permitiendo la dilatación de las lesiones, mejorando y restaurando el flujo arterial pulmonar. Normalmente se requieren entre tres y cinco procedimientos en un mismo paciente, pues las intervenciones progresivas en varios tiempos han demostrado ser más seguras. Según cada caso, el tratamiento completo puede tomar de una a varias semanas, hasta conseguir una disminución observable de los síntomas y de las mediciones pulmonares afectadas.
Esto motivó que en las últimas guías europeas de hipertensión pulmonar la angioplastia pulmonar con balón apareciera como la intervención más recomendable para practicarse en pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica que no son operables o tienen hipertensión pulmonar residual tras la cirugía y presentan obstrucciones distales (de las ramas más pequeñas) susceptibles de intervenir por cateterismo.
En la Fundación Valle del Lili se han realizado a la fecha, con excelentes resultados, 110 procedimientos de angioplastia pulmonar con balón, que han mejorado la calidad de vida de los pacientes, posicionando a la institución como un centro de referencia regional y nacional. Esto es solo posible con el trabajo articulado de un grupo profesional médico y de enfermería multidisciplinario, que incluye a diferentes servicios como cuidado intensivo, anestesiología, neumología, cardiología, rehabilitación cardiopulmonar y hemodinamia. Cada paciente que llega a la Fundación Valle del Lili con diagnóstico de hipertensión pulmonar tromboembólica crónica es valorado por la junta de hipertensión pulmonar, que realiza todos los exámenes y valoraciones médicas pertinentes, para decidir de manera consensuada la mejor conducta en cada caso.
